No es como un globo que se va deshinchando poco a poco, ni como un preciado y extremadamene frágil objeto... es algo más sutil y, a la vez, mucho muchísimo más grande y poderoso e igualmente delicado. Lo engloba todo, todo lo que te rodea depende de él y todo lo que te rodea depende de cada uno de nosotros, pero él tiene ahora dentro de si la capacidad de convertir nuestra vida en una tragedia, una pequeña tragedia para el mundo, algo que se vive cada día en miles de hogares y nadie más sabe...
¿Que ocurre cuando ocurre esto? ¿Que pasa cuando tu vida se resquebraja, todo por lo que luchas cada día al levantarte puede ser borrado y eres consciente de ello cada minuto que pasa?
¿Vives con miedo? El miedo atroz que todo lo consume o ¿decides vivir el momento y no planear nada más allá de ahora?... ¿Que haces cuando ves que lo que has decidido construir con esfuerzo, ilusión y millones de días y noches puede verse sacudido por un terremoto? ¿Que haces cuando llega ese terremoto cada pocas semanas, cada pocos días? ¿Cuando la persona con quien construyes una y otra vez tu pequeño mundo asolado se resquebraja? ¿Cuando no puedes educar a tu hija de dos años por que ya eres incapaz de decir si ha vivido más tiempo con la seguridad de una familia estable, en casa, durmiendo tranquila en su cama o en casa de tus padres, donde está bien cuidada pero no tiene horarios, no tiene rutinas, no sabe si te va a ver ni si vas a volver?¿que le cuentas cuando pregunta por Elio? ¿Que le dices cuando te da su ropa para que la guardes y señala su cama y quiere ver si está durmiendo? Ella nunca sabe si su hermano, su padre o madre están o si van a estar dentro de unos días o si de pronto, en medio de la noche le van a sacar de su cama o cuando se despierte estará su abu en vez de su madre y su padre... y Elio. ¿Que haces cuando, en el mejor de los casos las jornadas en el hospital son de doce horas? Doce duras horas de vigilancia no sólo del niño que sufre en su cama de hospital si no también de asegurarte de que le dan la medicación correcta (todos somos profesionales, todos cometemos errores, las enfermeras también), cuando intentas convencer a ese profesional de que se equivoca al pensar que, al llevar el niño una gastroestomía no puede comer nada por la boca? ¿Que haces cuando todas sus venas se han roto de tanto pincharlas o se han quemado por las medicaciones y ya no queda lugar para coger una vía que hace falta? ¿Que haces cuando le miras a los ojos, esos ojos que no entienden de dolor, sólo lo sienten, y le juras que si no fuera necesario no permitirías que le pinchasen una y otra y otra vez mientras, de reojo, ves como la aguja se mueve debajo de su piel buscando una vena que no está y oyes jurar a la enfermera que no le vuelve a pinchar casi al borde de las lágrimas?¿una enfermera llorando por pinchar a un niño? Si. Tras quince intentos si. ¿Y si luego aparecen las petequias y no hay vía por que ya no hay más posibilidades, se han agotado? Ahora hay que pincharle el antibiótico cada día y debería estar cubierto pero ¿que hacen ahí esos pequeños, minúsculos puntitos rojos que pueden no ser nada o pueden ser la llave que abre la puerta al infierno?.
¿Que haces cuando tienes tantas preguntas sin respuesta y de pronto te das cuenta de que has sufrido tanto, estás viendo sufrir tanto a tu pareja que te encuentra rogándole que no deje de querer a ese pequeño? Jurándole que todo este sufrimiento tendrá un fruto y culpándote de haber llevado a Elio a la piscina y haber pasado una hora de felicidad plena con él, haciéndole flotar en el agua caliente mientras se ríe sin parar...
¿Que haces cuando no encuentras respuestas?
NO HAY RESPUESTAS, NO HAY NADIE PARA CONTESTARLAS. Por favor, por favor ¿HAY ALGUIEN AHÍ?. Necesito respuestas, necesito saber que las venas desgastadas de mi hijo tienen un por qué... necesito saber que esto no va a terminar antes o después en una muerte prematura tras tanto sufrimiento. El no lo entiende, no lo sabe, sólo sonríe en cuanto se siente bien y cierra los ojos con fuerza cuando ve una bata blanca o un uniforme azul... cree que si cierra los ojitos desaparecerán... y no desaparecen. Necesito abrazarle y ver como me regala su sonrisa y sus esfuerzos por aprender cada día, necesito regañarle en día que llegue a romper algo en casa.
¿Pido demasiado? Es probable.... Sólo quiero que su salud deje de empeorar, que los médicos y enfermeras dejen de considerarnos una parte más de su rutina casi semanal. Que haya alguién ahí para darme una respuesta o ayudarme a reconstruir los pedazos de mi trocito de vida arrasada cada quince días... ¿Hay otra forma de rogar? Quiero que mi marido y mis dos hijos estén conmigo en casa, sanos, felices y todas las demás cosas normales, con nuestros problemas y nuestros dilemas y... creo que me he quedado sin palabras pero sigo teniendo las mismas preguntas. Y amo a mi marido y a mis hijos por encima de todo, pero estamos sufriendo otro terremoto y no sé cómo vamos a reconstruir de nuevo esto... ni siquiera he podido meter hoy en la cama a mi hija, está dormida en el suelo del salón y hasta hace poco se acostaba ella solita, después de leerle su cuento, darle a su muñeca "patotas" y un beso y hoy... creo que hasta ella está asustada. Nunca antes había visto a su padre llorar de desesperación, de dolor, de sufrimiento, de agotamiento...
De alguna manera hay algo dentro de mi que me dice que, si me empeño en ser buena persona, eso revertira en que mi hijo se cure (no hablo de su motorcito dañado, hablo de su salud), es un pensamiento irracional e irreal pero encuentro consuelo cuando creo que he hecho algo bueno por alguien...
Si sólo pudiera buscar un culpable, alguien a quien gritar con todas mis fuerzas ¿por qué! una y otra vez para que en su cabeza resonara la injusticia que ha cometido con mi niño...
Y esto sucede en miles de hogares cada día... Y no hay respuestas, no hay nadie ahí para responder.
Música para camaleones
Hace 1 semana
6 comentarios:
Ayer fue un día horrible. Hoy no. Dentro de un rato Paula se vendrá conmigo al hospital a ver donde está su hermano y que está bien. Seguro que nos vendrá bien a todos estar juntos, aunque sólo sean diez minutos.
Quizá sea cuestión de buscar otras preguntas, y no esas respuestas.
¿Por qué nuestro hijo tiene ese remolino tan parecido a un agujero negro justo encima de la frente?
¿Por qué a veces sus ojos son tan extremadamente azules que no parecen reales?
¿Por qué su piel es tan extremadamente suave aunque no le demos crema casi nunca?
¿Por qué nos da tantas lecciones de vida con sólo tres aos y medio?
¿Por qué todo el mundo le adora, incluso sólo de verlo por la calle? No es por pena ni por lástima, eso seguro.
¿Por qué es el preferido del cole?
No sé, igual lo importante es que es todas esas cosas. Y punto.
Hola, David, pues quedémonos con el día de hoy ;), y disfrutad de esos 10 minutos.
Y Ángel de la Guarda Cristina, me dejas sin palabras pero porque estoy con un gripazo de no menearse (las pesadillas de la fiebre me dejan baldadao), pero no sin recursos :)
Ahí te va una estrofa de un precioso poema de Rudyard Kipling
«Si en tu puesto mantienes la cabeza tranquila, cuando a tu lado todo es cabeza perdida.»
No estás sola, Cristina, Elio está contigo, y ahora van para allí David y Paula ;)
Un besazo
Jose
Hola otra vez Cristina,
otra vez he vuelto a leerte y otra vez he podido sentir parte de lo que sientes, por eso me encuentro incapaz de decir nada al respecto, tu ya has grabado todas las comas y los puntos que eran precisos.
Me alegro de haber leído después que algo ha mejorado, aunque las mejoras sigan incluyendo todos los "porqués" que aún se quedan sin respuesta.
Pero no quería hablar de todo lo que yo siento, porque eso no tiene la menor importancia, lo que sí quería preguntaros es algo que no tiene nada, pero nada que ver. Para saber algo más de Elio, me gustarías empezar por su nombre. me parece un nombre precioso, no conozco a nadie de los alrededores que lo tenga. ¿Se lo pusisteis por algo en especial?
He leído que los que así se llaman son perseverantes y concienzudos y también que les gusta sentirse admirados. Tengo la sensación de que a "nuestro Elio" no se le escaparán estas características.
Me encantaría que le diérais un gordísimo achuchón de parte de una lejana desconocida que se acuerda mucho de él, ¿vale?
Besos para todos.
Cata.
Hola Cristina.
Soy Concha.
Sí, hay alquien aquí, pero me temo que no te podemos contestar esos "por qués". Yo también tengo miles de por qués y por más que lo intento , no soy capaz de responder. Sólo creo en la fuerza del amor, de nuestra capacidad de querer de esa forma irracional a veces, en que sólo sabes que amas por encima de todos y de todo. Creo en nuestra fuerza; como seres humanos con un inmenso poder de sacrificio, de generosidad, de cambiar el curso de lo escrito.
Creo en el individuo, por más que a veces nos defraude, en la constancia y en esa capacidad inmensa de una mujer, de una madre coraje que lucha por sus cachorros.
Elio, seguro, está sacando de tí tu mejor tú. Es una lección, durísima, sí, pero apuesto que te está enseñando mucho. No le preguntes, no te preguntes. Aunque parezca que el sol se va a parar, sigue girando. Disfruta cada minuto mirando sus ojos azules. Tú no te puedes paralizar, eres una corredora de fondo. No pienses en dónde está el final de la carrera. Te propongo que caminenos juntas. Si te sirve de algo, háblanos de Elio, de lo que te inquieta, de lo que te alegra, de Paula -esa mujercita traviesa- de cómo va evolucionando el peque.
Como madre te comprendo perfectamente y puedo imaginar cómo te sientas, pero nunca dejes de luchar.
Hace muchos años, leí este pensamiento de Bertold Brecht y cada día que me levanto tristona me lo repito. Espero y deseo que te sirva a tí como a veces me ha ayudado a mí:
Hay hombres que luchan un dia y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero están los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Un beso muy fuerte y ánimo.
Concha
A David... bueno, el sabe que nosotros somos los dos pequeños titanes mitólogicos que sujetan los pilares de nuestro pequeño mundo, si uno si cae el otro le echa una mano o todo se derrumba...
Orroe... ¡cuídate ese catarro y deja que te lo cuiden otros tambien!Gracias por estar ahí.
A Catalina le cuento que Elio no tuvo nombre hasta pocos días antes de nacer, no había ninguno que nos sonase suficientemente acorde con nuestras ilusiones y esperanzas, incluso hicimos encuentas entre la familia (Juas) Pero aparecio Elio en un libro y luego en unos créditos en la televisión y decidimos que ese era el nombre: corto para que todos sus amigos se acordasen de él y con personalidad. Ah, desde luego, a él le encanta que le admiren.
Concha, gracias por esos versos y por estar ahí, creo en el poder de las convicciones y en el amor que las personas ponen a sus pensamientos y sus actos y seguiré luchando porque creo en el proyecto que David y Yo empezamos un día. Es un proyecto de vida que abarca varias vidas.
Gracias a todos por estar ahí. Cada noche, al volver del hospital y leer vuestros comentarios me siento reforzada.
Hola a todos ;)
Cristina, en casa me cuido los catarros casi en solitario :P y se los cuido a los demás también (en cuanto me lea Cata se me cae el poco pelo que tengo XDDDD), pero es lo que toca, porque soy el chamán de la tribu (como el ángel de la guarda, pero en pagano).
Le tomo la tensión a mi suegra porque sólo se fía de mí y de su ojito derecho, Regina, una de las hermanas de Cata, lo que para un foráneo es todo un logro, no me lo negaréis ;) —lo cierto es que lo de tomar la tensión se me da de cine, porque a mi padre también se la tomaba (el médico no se la encontraba :P) y sabía el puntito exacto dónde tomarle el pulso (el médico de cabecera tampoco se lo encontraba, ¡en fin!)—.
Pues eso, que soy quien templa, quien sana sana culito de rana, y quien sufrió una pérdida de sentido cuando vi la pierna de mi hijo hecha trizas en el box del hospital, pero en mi descargo debo decir que me permití el lujo de hacer dejación de mis funciones porque allí estaba Cata, entera, que si la llego a ver titubear, seguro que aguanto...
Ah, y de vez en cuando me desahogo llorando, que no se me caen los anillos ;)
Vamos, que además de chamán soy un poco bufón, y es que el optimismo es la mayor fuente de salud que existe, y no sé por qué me da que nuestro Elio (lo siento pero ya es un poco nuestro también) tiene ese puntito de optimismo que le va a venir muy bien a él y a todos los que le rodean ;)
Un abrazote
Jose
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