Si señor, mi pequeño grandote respira perfectamente y la fiebre no ha aparecido, durante el fin de semana me preocupaba profundamente que tuviésemos una nueva atelectesia ( vaya, que se acumula el moco a la entrada del pulmón y, aunque no se infecta, no deja respirar) por que no se cura con antibióticos, sólo se puede hacer mucha fisioterapia respiratoria y poner oxígeno... pero no tiene tiempo medio de recuperación, si está muy agarrado, hemos llegado a necesitar 15 días de hospitalización...
Pero no, mi chico se hace fuerte y hoy ha usado el día para dormir (me da pavor la llegada de la noche, pero le hacía mucha falta el descanso) y disfrutar del sol.
Hoy me siento pletórica de orgullo por mis hijos y mi marido. Tendríais que ver a Paula, con sus dos años escalando por los columpios del parque, que casi no le llegaban las piernas a las cuerdas, pero ella ahí, insistiendo hasta conseguirlo sola como los niños mayores y llamaba a David desde arriba de la torre para mostrarle su éxito. Y David me ha echado un cable en un momento de esos... Bueno, pues que he intentado ser "supermami" y que no me ha salido y estaba con los dos pequeñajos en el parque, intentando darles simultáneamente la merienda en un espacio de tiempo de unos diez minutos por que teníamos visita al pediatra... y claro, se nos ha pasado la hora, pero entonces ha llegado él, ha hablado con la pediatra, ha ido a ayudarme... y todo lo que parecía que iba a acabar siendo un desastre ha resultado bien y hemos disfrutado juntos de la tarde agradable y lo mejor... cuando hemos vuelto a casa los niños estaban deseando coger la cama después de la cena y Paula ha cenado de maravilla ( le encanta la sopa de cocido con picadillo de pollo, huevo y "rellenitos"), dos cuentos, que se los ha contado ella a su padre en vez de al revés y a dormir sin decir una palabra. Lo de Elio ya ha sido otra cosa. Se ha quedado frito en la trona, con la boca llena y riéndose con los dientes apretados, a veces, creo que piensa que soy demasiado insistente y cuando se ríe así me está diciendo "esta vez no lo consigues madre".
Pero es que ayer me pegué un día libre de los de no olvidar, después de una semana terrible, ayer dormí hasta las cinco de la tarde ( se entiende desde la noche anterior, claro), luego ayudé a mi hermana a pintar una habitación en su casa y a las diez estaba otra vez en la camita, como un bebé. David se llevó a los gamberretes a casa de sus padres y pasaron un gran día... de vez en cuando nos damos un respiro el uno al otro, así descargamos y recuperamos pilas.
Y eso es justo lo que tengo que hacer esta noche que mañana nos toca otra vez análisis de Elio y visita al neurólogo y es toda una aventura. Pero no quiero acostarme sin dar las gracias a la vida por este maravilloso día.